En nuestra historia de vida, hay situaciones tan impactantes que al parecer pueden marcarnos por el resto de nuestras vida, o esa es la creencia que muchos de nosotros tenemos, y si, posiblemente muchas de las cosas que nos han pasado han generado en nosotros una manera determinada de ver y afrontar el mundo y vamos por la vida cargando nuestro pasado como un lastre que no nos permite avanzar ni fluir con las cosas que nos van sucediendo cada día.
Es importante comprender que más allá de ese suceso que nos marcó en cierto momento, lo que nos afectó y que posiblemente nos sigue afectando es la manera en la cual reaccionamos y en la que seguimos percibiendo dicha situación, pues la carga emocional que vivimos es lo que nos mantiene aferrados y no nos permite ver otras perspectivas y otras formas de enfrentarnos a la vida.
Actualmente escuchamos mucho la frase «hay que soltar» pero realmente ¿Qué significa soltar? Soltar es desprenderse de ese suceso que fue impactante en algún momento, pero que ya no es funcional ni saludable para nosotros, es dejar ir eso que no nos hace bien, implica liberar la energía emocional que se quedó atrapada ante un hecho doloroso; soltar no es un sacrificio, es un acto de amor propio, es cerrar lo que ha quedado abierto para abrirnos a lo nuevo y para hacerlo es necesario reconocer y agradecer.
Muchas veces nos da miedo soltar, porque tememos al dolor que pueda aparecer, pero mantenerse anclado a una situación por miedo genera mucho más dolor que afrontar el dolor de la pérdida; ya que soltar implica también hacerle un duelo a eso que liberamos, pues es algo que posiblemente nos ha acompañado durante mucho tiempo, a lo que nos hemos acostumbrado independiente de las consecuencias que esto haya traído para nosotros y posiblemente nos duele abandonarlo para encontrar otras maneras de percibir y conectar con la vida; dejar ir eso que no nos hace bien es una decisión que solo podemos tomar nosotros mismos; cuando soltamos desde la gratitud, podemos reconocer los aprendizajes que nos brindó determinada situación que tanto dolor nos causó, dejándola atrás para disponernos a explorar las nuevas experiencias desde otro lugar.
Para soltar necesitamos entonces hacernos conscientes de las tristezas, los miedos, las angustias, los dolores y todas las sensaciones, ideas y creencias que nos atan y que nos limitan, y que por lo general están marcados por eventos traumáticos y por esas historias que nos contaron y que aún nos seguimos creyendo, y tomar la decisión de dejarlas en el pasado, es decir cambiando la perspectiva y mirando eso que nos pasó con nuevos ojos, desde el amor y la gratitud, permitiéndonos así conectarnos con lo realmente importante en nuestro presente, pues es lo que verdaderamente le da sentido a nuestra vida.
En Brain Balance te acompañamos a explorar esa historia que tanto te pesa y que se manifiesta con síntomas emocionales y te brindamos las herramientas para que te des el permiso de reescribirla con mayor soltura y fluidez.
Laura Coy Molina
Psicóloga Integral